El 25 de enero de 2023, Blogpocket cumplió 22 años. Pero ¿por qué y cómo se creó Blogpocket, uno de los primeros blogs en España?
Todo empezó a raíz de la publicación de un artículo del novelista (y así mismo pionero de los blogs) Ramón Buenaventura en el suplemento dominical El Semanal.
En el año 2000 yo participaba en un foro informático administrado por Ramón Buenaventura denominado SidiDonSidi. Ramón Buenaventura es un escritor, poeta, novelista y traductor literario que, por aquel entonces, publicaba -y desde 1997- una columna en el dominical “El Semanal”, que yo leía y además coleccionaba; en parte porque le conocía del foro y, principalmente, porque en sus artículos se enseñaban muchas cosas acerca de una incipiente Internet, de la cual yo desconocía casi todo.
Conservo todavía unas pocas de las páginas que Ramón Buenaventura publicó en “El Semanal” (ver imagen que precede a estas líneas).
Una de aquellas semanas, Ramon Buenaventura escribió sobre el “cuaderno en Internet” o weblog; término, este último, con el que se empezaba a conocer una herramienta absolutamente desconocida en España en aquél momento. “Weblog” dio lugar, poco después, a la palabra “blog” que hemos utilizado la mayoría para referirnos a una página web que presenta una sucesión de artículos en orden cronológico inverso. Y también hubo un intento de usar “bitácora”. Al día siguiente, abrí mi weblog en la aplicación online -que fue comprada por Google en 2003-, llamada Blogger.
Y ahí comenzó todo. Poco después, programé en PHP -el lenguaje de programación para servidores web- mi propio sistema de publicación de blogs, al que precisamente denominé “Blogpocket” (“el blog de bolsillo”, probablemente en una mala traducción). Aunque originalmente se conoció como “El blog de Tramontana”, pronto pasó a denominarse Blogpocket.
A continuación, se reproduce el artículo titulado Un cuaderno en Internet, escrito por Ramón Buenaventura.
Lo que hoy les propongo, casi en plan desafío, es mejor que una página web, para ciertos fines. Porque, claro, no me irán a decir ustedes que no están deseando tener un sitio web de su propiedad, posesión y pertenencia, pero no se lanzan, porque es un lío (o se han lanzado ya, pero no han vuelto a tocar el montaje del primer día, porque vaya cantidad de tiempo lan que se pierde con tanta subida y bajada de archivos, y encima a ver quién se aclara con las retorcidas normas del lenguaje HTLM). Se llama «weblog», «cuaderno de red», «cuaderno de navegación por la red», «cuaderno de bitácora virtual», lo que a ustedes mejor les cuadre. Y sirve exactamente para eso: para tener abierto un cuaderno virtual en Internet, de modo que ustedes, como dueños, puedan ir apuntando todo lo que les apetezca, y yo, como visitante, lo lea cuando me dé la ventolera. No, en serio: los «weblogs» sirven para construirnos un sitio web elemental, pero eficacísimo cuando lo que uno pretende es tener informados a los amigos de lo que sucede en un determinado campo, de lo que nos ocurre o se nos ocurre, sin necesidad de gráficos prepotentes. Para colmo de ventajas, crear un «cuaderno de red» es un proceso sencillísimo. Les sugiero que lo intenten con Blogger. Todo está en inglés, pero creo que se entiende bien. Tienen ustedes, primero, que registrarse en la casa, como de costumbre: ya saben que en Internet no nos dejan entrar en ninguna parte sin soltar antes las señas de identidad. A continuación pueden fabricarse en dos minutos su cuaderno. Si no tienen página web (es decir: alojamiento propio, de pago o gratuito), el propio Blogger se lo ofrece, por pesetas cero. Si la tienen, podrán colgar el cuaderno en el FTP de su hostal —Geocities, pongamos por caso—, sin más que facilitar la dirección. Pueden elegir entre distintas plantillas (sólo cuatro, pero tampoco hace falta más) y, desde luego, ustedes bautizan con su nombre mejor quisto. Ah: también deben decidir si su cuaderno será público (todo el mundo puede leerlo) o privado (sólo lo leen las personas que ustedes designan). En sus nuevas hojas virtuales escribirán ustedes lo que quieran, por supuesto, pero también añadirán enlaces con páginas que les interesen o con archivos de imagen y de sonido. No tarda uno más de tres minutos en cogerle el tranquillo al procedimiento de edición. Blogger ofrece además un «plugin» de sencillísima ins- 55 talación que, injertado en iExplorer (no Netscape, qué le vamos a hacer), permite añadir directamente a nuestro cuaderno el enlace comentado con cualquier página que estemos visitando. Una comodidad verdaderamente insólita en la red, qué quieren que les diga. Para obtener el mismo resultado en nuestro sitio web convencional tendríamos que perder tanto tiempo y tanta paciencia, que —sencillamente dicho— no lo haríamos. En fin: estoy muy contento con el «weblog» y creo que todo el mundo debería fabricarse uno. Se da el caso curioso de que descubrí este sistema hace unos seis meses y estuve explorándolo un poco, sin acabar de enterarme. Hoy, recién leído un artículo de Wired —que sigue siendo, ¡bravo!, mi revista preferida—, volví al asunto y en seguida le encontré la manera y el gusto. Luego, en menos de una hora tenía en marcha dos cuadernos virtuales, uno de ellos repleto ya de recomendaciones para los lectores. Pónganse cuanto antes a desplegar su genio creativo, señoras y señores: no me sean perezosos. DIRECCIONES: Blogger: http://www.blogger.com Cuaderno de bitácora: http://www.geocities.com/SoHo/Gallery/6776/blogger.html Un ejemplo estupendo: http://obscurestore.com/ Otro que tampoco es manco: http://peterme.com/ Y por si necesitan orientación en otra cosa muy distinta: http://www.ctv.es/USERS/mag/home.htm
Los primeros años, en mi andadura por la blogosfera, son de exploración pero, al existir muy pocos blogs en España, enseguida Blogpocket comienza a ser muy conocido.
A ello contribuye Eduardo Arcos invitándome a Bitacoras.net, su directorio de blogs de habla hispana. Desde México, aunque ecuatoriano de nacimiento, Eduardo Arcos, representa uno de los principales impulsores de los blogs escritos en español; y se convierte en algo parecido a un guía espiritual de la blogosfera de habla hispana.
Apenas entré en Bitacoras.net, Eduardo Arcos también me propuso escribir en Tecnobits, una especie de blog grupal para amantes de la tecnología.
A partir de ahí, pongo en marcha mis propias iniciativas con la idea de continuar dando a conocer mi blog pero también con el ánimo de expandir el conocimiento de los blogs y crear una comunidad a su alrededor.
Es la época en la que conozco a gente muy inquieta e interesante, como Gemma Ferreres (Tintachina), José Luis Pumarega (Maelmori), Danuto (Carpe Diem) o Evaristo Babé (Awacate); y empezamos a llevar a cabo multitud de andanzas. Así surge el “blog de los 4 fantásticos” (Tintachina, Maelmori, Carpe Diem, Blogpocket), las I y II encuestas a bloggers y lectores de blogs, el Amigo Invisible (3 ediciones) y otras muchas iniciativas dignas de rememorar.
Para conocer en detalle la historia de los blogs, en sus inicios -lo que Gemma Ferreres denominó “el primer boom” (2001), la “toma de conciencia” (2002) y “el punto dulce” (2003)-; y también en los periodos 1999-2000 y 2004-2005, te sugiero revisar la página web Historia de los Blogs en España. Esta web, creada por Gemma Ferreres inicialmente como wiki, es un documento excepcional y único que refleja todo lo que sucedió en aquella primera época, con un margen de error casi despreciable.
Los archivos completos de Blogpocket, desde 2001 a 2012 se han recopilado en los correspondientes PDFs descargables y los puedes encontrar aquí.
Las siguientes reseñas en el periódico El País ponen de relieve la importancia que llegó a alcanzar Blogpocket en la blogosfera española y de Hispanoamérica.
Este artículo corresponde al capítulo 1 de mi ebook “Un blog de 21 años (+1)” que se puede descargar aquí.
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